La conquista del poder por el proletariado, Memoria Civil, núm. 29, Baleares 20 julio 1986
Conferencia de Lorenzo Bisbal
La República en España, que tantas ilusiones había despertado en la clase obrera, a los tres años de su instauración va camino de llevarnos a una situación fascista, pues es preciso reconocer que la burguesía de nuestro país se inclina por esta tendencia y la apoya, sino que el Gobierno actual es complaciente con ella y tolera su rápido desarrollo. Y esto ocurre así, camaradas, porque el auge que ha tomado el socialismo en España y la influencia que sus hombres han ejercido en la República durante sus dos primeros años y medio, sustanciándola de laicismo y de verdadero contenido social, han posibilitado incluso la expropiación de la propiedad privada que es la columna vertebral del sistema burgués. Los avances del proletariado en España han producido un espanto tal en la burguesía que ya habéis visto como se han unido los que en política la representan para formar una cruzada feroz contra el marxismo.
Levantar la bandera del fascio ante los avances del proletariado en el camino de la democracia es un reto y una provocación a la violencia. Esto significa tanto, compañeros, como lanzar a la clase trabajadora por el camino de la revolución social. Pero la revolución social está muy lejos de ser la revuelta en que suelen caer con frecuencia los que tienen de la revolución un concepto mezquino.
No es la revuelta social, por consiguiente, lo que necesita en estos momentos críticos el proletariado español para hacer frente al peligro fascista. Por revolución social hemos de entender no el motín o la algarada, producto de la exaltación o de tal o cual motivo particular, sino el acto de fuerza combinado de toda la clase proletaria levantada en armas contra la burguesía para arrebatarle el Poder político u desde el proceder a la transformación del régimen burgués en socialista. La importancia del acto obliga a tener en cuenta las condiciones de oportunidad, organización y otros factores igualmente indispensables para que el parto resulta feliz.
Hablamos, camaradas, de una cuestión muy interesante y sobre ello creo que vale la pena que oigamos a los maestros, Carlos Marx y Federico Engels.
Incumbe al proletariado en estos momentos históricos, y sobre la significación y alcance que tiene para su emancipación la conquista del Poder político. Afirmamos, pues, la voluntad de revolución, para la conquista de este poder, que todo lo demás vendrá por añadidura. Pero seamos también cautos y disciplinados a nuestras organizaciones centrales. Esperemos la voz de fuego de quienes deben darla. En vez de malgastar energías en pleitos de poca monta, acumulemos todas las que podamos para las batallas grandes y definitivas. Que tras el imprescindible período de dictadura que ha de servir al proletariado para asegurar la vida al nuevo ser social, se entrará en una era de libertad fraterna y de igualdad social, donde el estado socialista se reducirá a una simple administración y dirección de las cosas
El Obrero Balear, abril de 1934